Cuando comienzas a desarrollar un negocio, el primer paso suele ser la elaboración del Business Plan que te ayude a proyectar la viabilidad de tu idea desde un punto de vista teórico. Durante esta fase probablemente ya hayas tenido que pensar, investigar e incluso definir muchos de los aspectos relevantes de tu negocio como el mercado objetivo, los costes operativos, la propuesta de valor, el ciclo de vida del cliente, la estrategia de ventas, una idea general del diseño de tu producto, entre otras cosas.
Sin embargo, cuando llega el momento de pasar a la ejecución, las dudas pueden empezar a surgir:
¿Por dónde empiezo?
¿Qué es más prioritario?
¿Empiezo a buscar y negociar con proveedores o me pongo a desarrollar la pagina web?
¿Doy de alta la empresa o espero a generar algunas ventas primero?
¿Comienzo a generar la imagen visual de la empresa o me centro en desarrollar un buen producto o servicio?
¿Comienzo a buscar candidatos para mi equipo ahora o lo dejo para más adelante?
Todas estas preguntas son válidas y forman parte del proceso de toma de decisiones. Aquí es donde se hace evidente que el éxito o fracaso de un negocio no depende de que tan buena o mala sea la idea sino de que tan bueno o malo haya sido el nivel de ejecución.
Un plan de acción sólido permite organizar y priorizar las tareas necesarias para avanzar de manera estructurada, evitando bloqueos y retrasos. En este artículo, exploraremos cómo construir un plan de ejecución eficiente y por qué es clave para el éxito de cualquier negocio.
¿Por qué es clave un plan de acción?
La fase de ejecución puede volverse caótica si no hay una estrategia clara. Es común que muchos emprendedores comiencen a trabajar en múltiples tareas a la vez sin un orden definido, lo que puede generar confusión, pérdida de tiempo y sobrecostes.
Un plan de acción bien estructurado ayuda a:
- Identificar todas las tareas a realizar para lanzar el negocio
- Cuantificar el nivel de esfuerzo de cada tarea
- Establecer dependencias entre tareas
- Definir prioridades en función del impacto en la puesta en marcha del negocio
- Asignar tiempo y responsables para cada tarea
- Evitar improvisaciones que puedan afectar los plazos y costes del proyecto
Cuando se trabaja con un plan bien definido, es más fácil visualizar el progreso, ajustar la estrategia si es necesario y asegurarse de que cada acción se lleva a cabo en el momento adecuado.
Paso a paso para construir un plan de acción eficiente
- Listar todas las tareas clave
El primer paso es hacer un listado detallado de todas las actividades que se deben realizar para llevar el negocio a la fase operativa. Estas pueden incluir:
- Desarrollo del producto o servicio
- Búsqueda y negociación con proveedores
- Creación de identidad visual o branding
- Desarrollo de página web
- Definición de estrategias de marketing y ventas
- Registro legal de la empresa
- Contratación de equipo
- Establecer prioridades y dependencias
No todas las tareas tienen el mismo nivel de urgencia. Algunas deben completarse antes que otras, ya que son esenciales para avanzar en el proyecto.
Por ejemplo:
- La creación del producto es prioritaria, ya que sin él no hay negocio
- La web sólo puede finalizarse una vez el producto y el trabajo visual de foto y video esté finalizado.
- El alta de la empresa debe realizarse antes de formalizar el contrato con los proveedores
- El marketing debe comenzar a ejecutarse dos meses antes del lanzamiento del negocio
Definir estas interconexiones evita que el negocio se estanque esperando por tareas que podrían haberse adelantado.
- Asignar tiempos y responsables
Cada tarea debe tener un plazo estimado y una persona encargada de ejecutarla. Esto ayuda a evitar retrasos y asegurar que todos en el equipo sepan que deben hacer en cada etapa.
Ejemplo:
- Crear un cronograma de ejecución
Una vez que las tareas están organizadas, es clave establecer un calendario de ejecución, considerando los plazos estimados y asegurándose de que las tareas prioritarias comienzan a tiempo
- Errores comunes al ejecutar un negocio sin un plan de acción
- Trabajar sin prioridades claras, avanzando en tareas secundarias sin haber resuelto las prioritarias y esenciales
- No considerar dependencias, generando bloqueos en la ejecución
- Fijar tiempos irreales, lo que causa retrasos y frustración
- No asignar responsables, dejando tareas en el aire sin seguimiento
- No revisar el plan periódicamente, perdiendo control sobre los avances
Para evitar estos errores, es recomendable revisar y actualizar el pan de acción regularmente, asegurándose de que las tareas se estén cumpliendo dentro de los plazos establecidos.
Un negocio no avanza solo con una buena idea. La diferencia entre el éxito y el fracaso está en la capacidad de ejecutar de manera eficiente. Un plan de acción bien diseñado permite:
- Trabajar con orden y claridad sobre lo que se debe hacer
- Minimizar riesgos y retrasos en la ejecución
- Optimizar el tiempo y los recursos disponibles
- Reducir el estrés y la incertidumbre en el proceso de creación y lanzamiento del negocio
Si estás en la fase de ejecución de tu negocio, asegúrate de contar con un plan detallado y bien estructurado. Planificar bien no sólo ahorra tiempo y dinero, sino que también aumenta significativamente las probabilidades de éxito de cualquier proyecto o negocio.
Gracias por estar aquí!
